La formación de un cantante lírico no puede limitarse al simple aprendizaje técnico o incluso estilístico para la mejor interpretación posible de una partitura concreta, por el simple hecho de que, en la ópera o en la zarzuela, el cantante es además actor. De hecho, la mejor interpretación siempre será aquella que construya un personaje en toda su complejidad. Es parte esencial la escena y el rodaje de escenario, la adquisición de unas «tablas» y de una presencia escénica a la cual no hay más que una forma de acceder: actuando. Por ello, parece que el plan de estudios de los conservatorios profesionales se queda cojo a este respecto, de no ser por la convicción de algunos profesores que, pese a lo que pese, buscan dar a su alumnado una formación integral. Dentro de esta firme voluntad, el departamento de Canto y Coro del Conservatorio Pablo Sarasate, compuesto por Daniel Gutierrez, Marylo Istúrriz y con Mercedes Gorría a la cabeza, lleva ya dos años consecutivos produciendo sendas zarzuelas: La Gran Vía el año pasado, y La Chulapona el presente. Estas dos zarzuelas dan continuidad a proyectos que tuvieron lugar hace algunos años más como La serva padrona o Dido y Eneas.
Hay que poner de relieve lo excepcional que resulta que proyectos de la magnitud de los presentes sean producidos y llevados a la práctica única y exclusivamente por profesorado y alumnado de un grado medio. Horas de ensayos extra, ingenio y la tremenda ilusión acaban sacando adelante producciones en las que tanto Mercedes Gorría como Daniel Gutiérrez buscan que sus alumnos aprendan realmente qué es interpretar un papel entero, cuál es la vida real de un cantante, por así decir. Y no menos digna de encomio es la capacidad para involucrar en el proyecto a los alumnos de la asignatura de coro en pleno, más de 90 personas. En definitiva, las enormes dificultades que supone una organización de este tipo acaban convirtiéndose en un éxito absoluto gracias al buen hacer y la ilusión de todos y cada uno de los involucrados.
Este año, la obra elegida fue La Chulapona, zarzuela compuesta por Federico Moreno Torroba sobre libreto de Federico Romero y de Guillermo Fernández Shaw. Una pieza que podría definirse como una tragicomedia de contrastes en la que se pone de relieve la estricta e hipócrita moral del Madrid de finales del siglo XIX. Una historia de enorme carga sentimental enmarcada en un cuadro cómico, repleto de personajes bufos que aún resaltan más si cabe el trágico nudo central en el que se encuentran Manuela, Rosario y José María. De enorme calidad fue la actuación que llevaron a cabo todos y cada uno de los intérpretes para marcar estos importantes contrastes: ternura, emoción, risa, rabia, de nuevo risa, resignación…
El resultado final estuvo compuesto por un ensayo general con público y una función (unas 750 personas de público), celebradas los días 26 y 27 de abril respectivamente en las que más de 100 personas pudieron experimentar qué es representar una de las principales obras del repertorio zarzuelero, qué es ver una producción desde dentro, cuáles son los pormenores de vestuario, atrezzo, montaje… En fin, el complemento idóneo para la formación de todo cantante que, gracias a los profesores Mercedes Gorría y Daniel Gutierréz, es posible.
Ficha artística
Manuela: Olaia Lamata
José María: Imanol Resano
Rosario: Saioa Goñi
Juan de Dios: Julen Jiménez
Chalina: Roberto Olabarría
Señor Antonio: David Artuch
Venustiana: Aurora Alfonso
Don Epifanio: Kike Unzu
Emilia: Carolina Luquin
Cantaora: Carolina Luquin
Pura: Cristina Pérez
Lolita: Estrella Basterretxea
Ascensión: Teresa Mentz
Conchi: Patricia Sánchez
Mujer de Juan de Dios: Leyre Inza
Aprendices de oficiala: Sarha Leoz, Yaiza González, Cristina Gómez, Izar Ripoll, Uxue Garín y Lucía Rodríguez.
Vecinos y vecinas: Coro del Conservatorio Profesional
Dirección escénica: Mercedes Gorría
Dirección musical: Mercedes Gorría y Daniel Gutiérrez
Pianista: Daniel Gutiérrez
Deja una respuesta